¿Cómo administrar de una forma eficaz el capital de trabajo de una PYME?

¿Cómo administrar de una forma eficaz el capital de trabajo de una PYME?

Dentro de un Plan de Sostenibilidad en una empresa PYME, ésta debería contar con un capital de trabajo, capital corriente o fondo de maniobras (como prefiera llamárselo) de acuerdo al modelo de negocio, lo que es fundamental para el alma financiera de la empresa.

Siempre que hablamos de capital de trabajo hablamos de la situación financiera a corto plazo. Por ende decimos que el capital de trabajo surge de la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente, es decir, involucra todo lo que poseemos como dinero en efectivo, valores de terceros, cuentas por cobrar, mercaderías, créditos impositivos, etc. que se realizan dentro de un año y por otro lado, lo que debemos en un año, como deudas comerciales, financieras, sociales, impositivas, entre otras. De esta diferencia surgirán tres posibilidades: la primera es que el Activo Corriente sea mayor al pasivo Corriente, donde tendremos un Capital de Trabajo positivo; la segunda es que el Activo Corriente sea igual al Pasivo Corriente, aquí no tendremos Capital de Trabajo y por último si el Activo Corriente es menos al Pasivo Corriente obtendremos un Capital de Trabajo negativo.

Ahora bien, para que una empresa no caiga en un faltante de fondos a corto plazo y se produzca cesación de pagos o eventualmente se llegue a un estado de quiebra, deberían seguirse los siguientes lineamientos para gestionar el efectivo de una forma eficaz:

Lo primero por controlar es que todos los procesos vinculados al efectivo funcionen de forma eficaz. Ya sea el circuito de pago a proveedores, el de cobranzas a clientes, la política de stock de la empresa (rotación de las mercaderías en el inventario), debido a que de estos procesos obtendríamos el ciclo operativo y el ciclo de efectivo. El primero de ellos hace referencia al período desde que llega la mercadería al proveedor hasta que se vende, denominado como período de inventario, y desde que se vende hasta que se cobra, lo que se llama período de cobranza, la suma de ambos es lo que llamamos  ciclo operativo. Y el segundo proceso es el que surge desde la recepción de la factura del proveedor hasta su pago, denominado período de pago, el cual restado al ciclo operativo arroja como diferencia el ciclo de efectivo.  Lo que hay que tener muy presente es la zona de descalce, es decir, el lapso entre el pago de las mercaderías y su cobro, ya que si este lapso se hace demasiado grande nos exigirá indudablemente mayor espalda financiera para poder soportar todo el ciclo económico completo. Estos ciclos estando administrados nos permitirán obtener una ventaja competitiva con nuestros competidores y, ante una posible crisis, poder salir airosos de ella.

Lo segundo que aconsejo es que al implementar un presupuesto financiero cuente con una buena visibilidad, es decir, tener un objetivo claro y suprimir cualquier cuello de botella que se plantee en los procesos vinculados con la caja. Todo debe funcionar sincronizadamente.

En tercer lugar deberíamos fijarnos dentro de la empresa si quedan bienes de uso ociosos que podrían venderse o alquilarse y por consiguiente, hacernos de fondos.

Si contamos con vendedores en nuestra empresa, como cuarto consejo, sugiero instalar un programa de estímulos a las cobranzas, para mejorar la rotación de las mismas.

Lo quinto es, una vez bien definidos los ciclos mencionados, siempre y cuando no afecte la zona de descalce, acelerar nuestro pago a proveedores con el objetivo de lograr mayores descuentos financieros.

Por consiguiente, aconsejo monitorear el índice de liquidez corriente que expresa que, por cada peso adeudado en el corto plazo, tengo tantos pesos en el activo a corto plazo para responder. Este índice lo deberíamos comparar con el de liquidez teórica, el que se obtiene de dividir la suma que surge del período de cobranzas más el período de inventario, dividido el período de pago y de esta conjunción se determinará la capacidad de pago mediante el cálculo de la suficiencia de liquidez. Hay buena capacidad de pago si la suficiencia de liquidez es mayor a uno, si es menor existen muchas probabilidades de no cumplir con las obligaciones de pago, y si es igual, contamos con suficiencia de liquidez.

Entonces el Capital de trabajo necesario debería tener su correlato, en principio, con el modelo de negocio que tenemos. No todos los modelos de negocios funcionan con la misma exigibilidad de un capital corriente determinado y una vez analizado lo mencionado, haremos hincapié en el índice de liquidez teórica que es el que nos muestra la real necesidad financiera que deberíamos contaren el corto plazo para afrontar las obligaciones del mismo.

 

CUCHER, Osvaldo Adrian

Contador Público Nacional

Mat. 10-11119-2